ROSA DÍAZ OUTEIRIÑO
El siguiente artículo es una transcripción de la ponencia presentada por Rosa Días Outeiriño en el XXII CONGRESO ESPÍRITA PANAMERICANO que se celebró entre los días 25 a 28 de mayo de 2016, en el Centro de Convenciones Puerto Norte - Rosario - Argentina.
Dividiremos la ponencia en tres artículos que publicaremos semanalmente.
En este primer artículo incluimos la introducción a la Ponencia.
Dividiremos la ponencia en tres artículos que publicaremos semanalmente.
En este primer artículo incluimos la introducción a la Ponencia.
INTRODUCCIÓN
El objeto de esta exposición es desarrollar un conocimiento
sencillo y a la vez profundo de la importancia de nuestra mente, y que por
mediación de la energía del pensamiento
se manifiesta a través de palabras, acciones, comportamientos e incluso a
través de la expresión de nuestra cara.
El conocimiento de las Leyes mentales nos enseña que todo en
el Universo se rige por unas Leyes Justas, sabias e inalterables. Y el
desconocimiento de estas Leyes nos hacen cometer errores y generar vidas de
dolor y sufrimiento. Por lo tanto, la
necesidad de conocerlas.
La mente es el mayor poder del mundo y debemos aprender a utilizarla.
El objetivo de este conocimiento es familiarizarse con la
mente y descubrir cómo conseguir salud, felicidad, éxito en la vida y que están
al alcance de todo el mundo.
Cuando seamos conscientes de las facultades internas de la
Mente, comenzaremos a ver como se puede vivir la vida con éxito y las
condiciones cambiaran automáticamente.
De lo que se deduce, la necesidad de controlar los
pensamientos; porque, somos lo que pensamos y en lo que pensamos nos
convertimos.
Y las leyes que rigen
la mente son las primeras que deberíamos conocer para mejorar nuestra calidad
de vida.
Es importante conocer los principios mentales que nos enseña
Hermes Trimegisto, que vivió en Egipto en la más remota antigüedad y fue el
padre de la Sabiduría, el fundador de la Astrología y el descubridor de la
Alquimia.
Los egipcios
hicieron de él uno de sus dioses, bajo el nombre de Toht. Años después los griegos hicieron de él otro
de sus dioses y lo llamaron HERMES, el Dios de la Sabiduría y añadiéndole su
antiguo nombre Trimegisto, que significa "tres veces grande"
En la obra el Kybalión (1), trata los siete principios sobre
los que se basa la filosofía hermética (conocimientos para los pocos que en
aquel momento estaban preparados para comprenderlo y dominarlo).
Y donde esto está manifestado en sus axiomas como:
“Dondequiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par”“Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlo de sabiduría”“Los labios de la sabiduría permanecerán cerrados, excepto para el oído capaz de comprender”
Todo esto, en un lenguaje más familiar viene a decirnos que:
CUANDO ESTA PREPARADO EL ALUMNO APARECE EL MAESTRO